APROXIMACIÓN A LA LECTURA

          Cuando una persona se enfrenta a un texto con el fin de sacar de él información, es decir, con la intención de comprender el significado del texto, intervienen en dicho acto factores de muy diversa índole. Algunos son externos al sujeto, tales como el tamaño de la letra, el tipo y clase de texto, la complejidad del vocabulario y de las estructuras sintácticas implicadas, etc.; otros, internos al propio sujeto lector, tales como cierto número de habilidades de descodificación, los conocimientos previos que el lector tiene sobre el tema, las habilidades de regulación de la comprensión, etc.
        La relación entre el conjunto de factores no es sencilla ni unidireccional, sino que se
implican todos ellos.
      
       Algunas teorías se centran más en unos aspectos que en otros. Así, los estudios sobre la lecturabilidad de textos analizan las características que deben reunir para que puedan ser leídos y comprendidos por una población lectora determinada.

       Entre estas figuran las características tipográficas. Moles, aconseja que las líneas no estén demasiado apretadas, que no sean excesivamente cortas ni largas. Así mismo, recomienda que no se abuse de las letras en cursiva, ni de las mayúsculas.
      Otra de las características consideradas es el vocabulario usado en el texto. Aquellas
palabras de uso más frecuente, que no suelen ser muy largas, se perciben más rápida y fácilmente que aquellas poco usadas y polisémicas. García Hoz, elaboró un listado de las palabras del castellano, clasificadas por su frecuencia de uso. Este listado ha dado lugar a diversos trabajos centrados en este aspecto de la lecturabilidad. Este aspecto y la longitud de las frases son tenidas en cuenta en la fórmula de Flesch, adaptada a la lengua castellana por Fernández Huerta.
   
         La clase de oraciones que conforman el texto es otro de los factores que facilita o
dificulta la lectura. Las oraciones en pasiva y las negativas, por ejemplo, son más difíci les de descodificar que las activas y afirmativas. Frederiksen ha demostrado que cuando las oraciones contienen referencias anafóricas aumenta la dificultad de comprensión de las frases.

        Este tipo de información, sumamente valiosa, se centra sobre todo en el análisis de los textos y de sus estructuras sintácticas pero no explica por qué unos sujetos com prenden y otros no. Es decir, estudia los factores facilitadores de la comprensión, pero no la comprensión en sí.
       
       1.2 Modelos de lectura

        La comprensión del lenguaje es uno de los fenómenos mentales más complejos. Son muchos los modelos que pretenden explicar el fenómeno de la comprensión de la lectura.
       Samuels y Eisemberg consideran que los modelos de lectura, para que resulten válidos, deben cumplir algunos requisitos, como son:

     a) Tener en cuenta un gran número de procesos cognitivos implicados en el proceso.
Según este criterio, aquellos modelos basados en explicaciones unifactoriales quedarían desechados por reduccionistas. En esta categoría entraría el conjunto de teorías basadas en el condicionamiento operante de Skinner.

      b) Otro de los requisitos que contemplan es que debe explicar los diferentes tipos de
información que se dan en los procesos de lectura.

      c) Por último, deben explicar la complejidad de las interacciones entre los procesos
cognitivos implicados y la información que proporciona el texto. Por lo tanto, los modelos meramente lingüísticos, que solamente tienen en cuenta las características lingüísticas del texto, no cumplirían con este requisito.




                                


         
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